Agradecemos totalmente al Señor por su fidelidad y por su Misericordia. Ya pasaron los primeros tres meses del año, y aún estamos en pie sirviendo al Señor. Queremos agradecer el arduo esfuerzo de cada uno de los que son parte de esta obra; los encargados de las congregaciones, los supervisores, los líderes de grupos familiares, los anfitriones, los ayudas y todos los que participan cada semana para que todo sea posible. Nuestro único propósito es que el Nombre de Jesús sea exaltado y que la Gracia del Espíritu Santo nos continúe guiando. Le motivamos a cada uno que no desmayemos y nos mantengamos ocupados en el trabajo de la obra del Señor. Llegará el día cuando todo esfuerzo será recompensado por nuestro padre celestial, bendiciones.
Recordemos que Cristo Viene Pronto!